Saltar al contenido

Homilía en esquema XXV domingo ordinario (c)

FIDELIDAD A LAS COSAS DE DIOS

INTRODUCCIÓN

El jefe de una tribu estaba manteniendo una charla con sus nietos acerca de la vida, cuando les dijo:

– «¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!… ¡es entre dos lobos!”

– «Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia y superioridad.”

– «El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad, empatía, verdad, compasión y fe.”

– “Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.”

Lo pensaron por un minuto, y uno de los niños le preguntó a su abuelo:

– «¿Y cuál de los lobos crees que ganará?»

El anciano jefe respondió, simplemente…

– «El que alimentes.»

PROPOSICIÓN
Administra con elegancia las cosas de Dios siendo fiel en lo poco

DESARROLLO:
El administrador de la parábola alimentó el lobo de la maldad, de la avaricia, y el Señor nos pide lo contrario.

  1. Misterio de iniquidad
    1. Está siempre presente en nuestra sociedad. La estafa, la mentira, el buscar el propio interés a costa de dañar a los demás.
    2. Vivimos en el mundo de las trampas. Hacer trampa para mi bien.
    3. Estamos rodeados de personas que como el administrador infiel son muy astutos en las cosas de este mundo y pode os car en la red de busca el triunfo fácil, sin esfuerzo.
  2. Una consigna: ser fiel en lo poco
    1. La fidelidad en las cosas pequeñas nos prepara para las grandes.
    2. Y fidelidad también en las cosas ajenas
      1. Respetarlas, cuidarlas
      2. Hacerlas crecer
    3. No se puede servir a dos señores
      1. Son los dos lobos que llevamos en el interior
      2. Tenemos que decidir cuál es el que vamos a alimentar
      3. Ese es el que ganará

CONCLUSIÓN
La batalla interior está servida. No nos dejemos involucrar en los afanes de este mundo dejando a Dios a un lado. Si optamos por el Señor, Él nos llevará al triunfo final, incluso en las cosas de este mundo.

Para ello debemos descubrir aquello que Dios nos ha dado para administrar correctamente, lo cual requiere alimentar el lobo interior de la bondad, la humildad, la servicialidad.

Administremos con elegancia y fidelidad los dones que Dios nos ha dado.

P. AGUSTÍN DE LA VEGA, LC