Homilía Solemnidad Santísima Trinidad
UNIDAD DE NUESTRO SER Y ACTUAR
INTRODUCCIÓN
Hoy celebramos la fiesta de Dios. No su aniversario, pues es eterno; ni mucho menos su cumpleaños. Dios existe, Dios es amor. Y lo celebramos reconociendo su esencia: Dios es Trinidad. Tres Personas idénticas en una unidad perfecta de amor. Dios es amor porque es Trinidad; si no fuera así, Dios sería el que ama, pero no sería amor por esencia.
PROPOSICIÓN
Sé uno como Dios lo es. Busca siempre la unidad
DESARROLLO:
Para acercarnos a una explicación −que nunca será comprensión− del misterio de la Trinidad, sigamos estas líneas:
Un solo Dios. Dos procesiones: el Hijo procede del Padre, y el Espíritu Santo del Padre y del Hijo. Tres personas idénticas y cuatro relaciones: Paternidad, filiación, aspiración activa y aspiración pasiva.
Pero como esto es un misterio, más para contemplarlo que para explicarlo, nos vamos a quedar con el número uno. Dios es uno. Y si queremos imitarlo debemos buscar siempre la unidad.
- Vive tú la unidad de vida:
- En el No puedes continuar dividido interiormente buscando a Dios pero llenando tu mente y tu corazón de aspiraciones contrarias a su voluntad. Hay que ser coherente.
- En el hablar: rezamos por un lado; y por otro mostramos inclinaciones lejanas a Hablar siempre la verdad y vivir adheridos a ella: esto es fomentar la unidad interior.
- En el actuar: Ser una persona idéntica: auténtica y en perfecta armonía entre lo que piensa, lo que habla y cómo actúa.
- Sé promotor de la unidad:
- En la propia familia: unidad que se logra sobre todo gracias a la oración en común. En la convivencia diaria, en las comidas, en las vacaciones.
- Todo es ocasión para promover la unidad: «Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado» (Rm 5,5).
- Promotor guiado por el Espíritu Santo. Es Él quien construye la unidad.
- Contempla la unidad de Dios guiado por al Salmo 8
- El cielo obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado
- El ser humano a quien has dado el poder de descubrir tu grandeza.
- Porque el Espíritu de la Verdad nos llevará hasta la verdad plena
CONCLUSIÓN
Ante la grandeza de un Dios que es amor y vive en perfecta unidad, solo podemos pedirle que nos haga uno como Él.
Que busquemos siempre la unidad en el hogar, en el trabajo, en el medioambiente que nos movemos.
Y que hoy y siempre nuestro corazón grite de gozo:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo; al Dios que es, al que era y al que ha de venir.
P. AGUSTÍN DE LA VEGA, LC