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Homilía III Domingo de Cuaresma

LA CUARESMA COMO UNA NUEVA OPORTUNIDAD

 

INTRODUCCIÓN
Cuanto alivio produce, cuando hemos fallado en algo, tener una segunda oportunidad. Esto sucede cuando suspendemos el examen de conducir, el de alguna asignatura o en otras situaciones… Y, por otra parte, qué angustia y qué dolor cuando no se nos da esa oportunidad. Pienso, por ejemplo, en tantas parejas que ante una infidelidad de uno ellos el otro se niega rotundamente a darle una nueva oportunidad.

Hoy la liturgia nos invita a tener paciencia saber dar una nueva oportunidad a quien lo necesita. Tal es la enseñanza de la parábola de la higuera estéril.

PROPOSICIÓN
En esta Cuaresma Dios te da una nueva oportunidad para que definitivamente des fruto.

DESARROLLO
Dar una nueva oportunidad implica facilitar las cosas y no simplemente dar tiempo.

 

  1. Facilitar la acción de Dios, adoptando una actitud de humildad.
    1. Descálzate, pues la tierra que pisas es terreno sagrado.
    2. La oportunidad que Dios nos ofrece requiere respeto y sencillez ante las cosas divinas.
  2. Aflojar la tierra, esto es:
    1. Las durezas del corazón, de nuestros juicios…
    2. Permitir que se oxigene el alma con los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía.
    3. Sin ellos nuestra alma permanecerá dura e impermeable a la gracia de Dios
  3. Echarle abono; de dos tipos:
    1. Intensa vida de oración, para detectar los nutrientes de la gracia.
    2. Caridad en acción, para servir y desvivirnos por los demás, pues una oración que no desemboque en el servicio al prójimo se convierte en narcisismo espiritual.

Sin este abono, el resultado será la esterilidad propia del que cree estar firme porque cumple con los mínimos de su vida cristiana, pero nunca se decide a dejar de ser bueno para ser mejor.

CONCLUSIÓN
¿Te das cuenta de que Dios te está ofreciendo una nueva oportunidad para retomar las riendas de tu vida cristiana? No la desaproveches.

Dedícate a las cosas del alma, para que la próxima Pascua de Resurrección sea un encuentro transformador y definitivo.

Evitarás así vivir mendigando una nueva oportunidad al contemplar la esterilidad de tu vida.

P. Agustín de La Vega, LC