Homilía en esquema I domingo de Cuaresma
I DOMINGO DE CUARESMA (C)
INTRODUCCIÓN
Hoy en día está de moda tener un PLAN B, por si acaso las cosas que pretendemos realizar no van o no salen según lo previsto.
En este primer domingo de cuaresma nos encontramos al demonio proponiéndole a Jesús “un plan alternativo de salvación”, un PLAN B que no sea tan exigente y complicado.
PROPOSICIÓN
Hoy la Iglesia nos invita a renunciar a los planes alternativos de santificación “low cost”
DESARROLLO:
- ¿Qué es la tentación?
- La tentación es el encuentro entre una buena conciencia y la atracción del mal y en la forma más insidiosa de todas.
- De hecho el mal no se presenta con su rostro real, que es el de un enemigo horrible y aterrador.
- Sucede justo lo contrario: la tentación es la simulación del bien y por eso aparece como PLAN B
- ¿Por qué no puede haber planes alternativos en este campo?
- Las tres respuestas de Jesús nos dicen claramente que la salvación solo puede venir de Dios.
- Sin embargo cuántas veces nosotros nos dejamos engañar buscando soluciones a nuestros problemas que son, escondidamente, pactos con el enemigo.
- “Mañana lo hago…”
- “Hoy estoy muy cansado… rezaré en otro momento…”
- De esta manera las resoluciones tomadas en la oración o en un retiro se quedan en la lista de tareas por realizar por falta de determinación
- ¿Es posible librarnos de la tentación?
- San Agustín nos dice que nuca somos tentados por encima de nuestras fuerzas y si sentimos desfallecer, entonces hay que pedir confiadamente la ayuda de Dios.
- Por otra parte también San Agustín indica que “nuestra vida en esta peregrinación no puede estar sin tentaciones, ya que nuestro progreso se realiza precisamente a través de la tentación, y nadie se conoce a si mismo si no es tentado, ni puede ser coronado si no ha vencido, ni vencer si no ha combatido, ni combatir si carece de enemigo y tentaciones”.
CONCLUSIÓN
Nunca cedamos al PLAN B que nos ofrece la tentación, antes al contrario veamos las tentaciones como la oportunidad de probar a Jesucristo nuestro amor y la ocasión para reforzar nuestra opción por Él.
P. Agustín de La Vega, LC