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Homilía domingo 13 de febrero

VI DOMINGO TIEMPO ORDINARIO, C 

LAS BIENAVENTURANZAS: PARA APUNTAR ALTO

 

INTRODUCCIÓN

Un maestro quería enseñar una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, otro de cuarenta y el tercero de treinta.

A los que escogieron el de treinta les puso una “C”, sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas. A los que escogieron el de cuarenta les puso una “B”, aun cuando más de la mitad de las respuestas estuvieran mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una “A”, aunque se hubieran equivocado en casi todas las respuestas.

Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: «Queridos alumnos: permitidme deciros que yo no estaba examinando vuestros conocimientos, sino vuestra voluntad de apuntar a lo alto».

 

PROPOSICIÓN
Cristo con las bienaventuranzas nos invita a apuntar a lo alto.

DESARROLLO
Las bienaventuranzas son un desafío para no conformarnos con poco. Vivimos en una sociedad que se conforma con la ley de mínimos en el campo espiritual: rezar rápido, una misa que dure poco.

Hay que apuntar alto.

  1. «Maldito quien confía en el hombre… Bendito el hombre que confía en el Señor».
    1. Por no complicarnos la vida, apuntamos bajo y nos apoyamos en las cosas inmediatas, apartándonos de Dios.
      1. El resultado será sequía y esterilidad
    2. Pero el que apunta a lo alto y confía en el Señor:
      1. Será como un árbol plantado junto al agua
      2. Dará siempre fruto
  • Nunca se secará a pesar de que vengan tiempos difíciles.
  1. Esto lo hemos constatado en los últimos tiempos, cuando toda la humanidad ha sido puesta a prueba. ¿Quiénes han mostrado fuerza y entereza? Los que confían en el Señor.
  2. Y la raíz y fundamento de esta confianza es la resurrección de Cristo
    1. San Pablo apunta a lo alto, porque sabe y está cierto de que Jesús ha resucitado.
    2. Por eso su fe no carece de sentido.
    3. Cristo es nuestra certeza y la base de nuestra esperanza.
    4. ¿Cómo es tu fe en Jesús? ¿Te impulsa a lo alto?

 

  1. Las bienaventuranzas, un desafío hacia lo alto.
    1. La pobreza, el hambre, la aflicción y la persecución forman parte de la vida misma.
    2. Pero también forma parte de nuestra vida la esperanza en la vida bienaventurada que Jesús nos promete.
    3. Esperanza refrendada con su resurrección de entre los muertos

 

CONCLUSIÓN
Apuntemos a lo alto. No tengamos aspiraciones raquíticas, impropias de un seguidor de Jesucristo.

Las bienaventuranzas nos lanzan a una batalla en la que bien sabemos que la victoria será nuestra. Pero hay que romper con los moldes de la comodidad y de la vida fácil. Aspiremos a lo más alto. Ahí esta Cristo esperándonos.

P. Agustín de La Vega, LC