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Homilía III domindo de Adviento

III DOMINGO DE ADVIENTO C

El Adviento, espera gozosa

INTRODUCCIÓN
Todos nosotros hemos tenido la experiencia de ir a un aeropuerto, o estación de tren o de autobús, para recibir a un ser querido: marido, esposa, hijo, amigo, etc… Y si la ausencia ha sido prolongada, el anhelo por volverse encontrar y abrazarse es mayor. Y llegado el momento, el gozo que se experimenta, al ver a esa persona salir por la puerta de llegadas o caminar hacia nosotros, es simplemente maravilloso.

Hoy la Iglesia quiere hacernos conscientes de ese encuentro tan esperado y que tendrá lugar dentro de pocos días.

DESARROLLO
La Navidad es un encuentro gozoso con Cristo, que llega, y no simplemente unos días bonitos de convivencia familiar. Tienes que experimentar ese gozo, el gozo de un Dios que se hace hombre para salvarte.

Hoy celebramos el domingo Gaudete, domingo de gozo en medio del Adviento, porque no podemos llegar a la Navidad como si se tratase solo de una fecha del calendario. Y todas las lecturas y las oraciones litúrgicas nos invitan a ello.  (El ornamento color rosado de este domingo quiere significar este gozo).

  1. «Alegraos en el Señor, os lo repito, alegraos…»
    1. Nuestra fe no es una fe de solo preceptos y cumplimientos.
    2. Nuestra fe es un estilo de vida empapada en la alegría de un Dios que es alegre por esencia; porque no hay mayor alegría que el amar, y Dios es amor.
    3. Por eso la antífona de entrada, y san Pablo en su epístola a los filipenses, nos sitúan en esa tesitura: el cristiano es por vocación un difusor del gozo de Cristo.
  2. El Señor esta cerca
    1. Él es la razón de nuestra alegría. De ahí la invitación del profeta Sofonías al gozo y al júbilo, que halla su sentido porque «el Señor tu Dios, tu todopoderoso salvador, está en medio de ti».
    2. Quien tiene a Dios lo tiene todo. Para él no hay tristeza, ni soledad ni obstáculos insalvables.
  3. «En todo tiempo vuestra amabilidad sea notoria a todos los hombres»
    1. La caridad se convierte en el lenguaje de la alegría.
    2. Por eso el Evangelio, en la persona del Bautista, nos pide que el que tenga dos túnicas dé una al que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.
    3. Y va marcando a cada profesión lo que le corresponde hacer.
    4. Pregúntate: ¿qué es lo que Dios me pide en este tiempo de gozo?
  4. El gozo va acompañado de la humildad
    1. Por eso, Juan el Bautista clarifica que él no es el Mesías, y anuncia a Cristo como el que bautizará con Espíritu Santo y fuego.
    2. No se siente digno de desatarle la correa de las sandalias.

CONCLUSIÓN
El Adviento es tiempo de espera gozosa. Requiere un lenguaje especial, que es el lenguaje de la caridad y de las buenas obras.

De esta manera, la Navidad no será solo una efeméride de calendario, sino el encuentro gozoso con Dios que llaga para abrazarnos, tal como sucede en un aeropuerto o estación de tren al reencontrarse con un ser querido.

P. Agustín De La Vega, LC