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Homilía 1 de enero Santa María, Madre de Dios

Solemnidad

BUSCA LA PAZ

 

INTRODUCCIÓN
Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron, y tuvo que escoger entre ellas. 

La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.

Pero cuando el rey observó cuidadosamente, él vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en medio de su nido…

 El rey escogió la segunda…

 —»Porque» —explicaba el Rey— «paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que, a pesar de estar en medio de todas estas cosas, permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz.»
     Hoy celebramos esta solemnidad del primero dogma mariano: María Madre Dios, por tanto, Reina de la Paz, por eso hoy se celebra además “La Jornada Mundial de la Paz”.

 

PROPOSICIÓN
No busques la paz en el entorno, búscala en tu interior

DESARROLLO:

  1. Que el Señor te mire con benevolencia y conceda la paz
    1. No hay mayor bien que la Paz, exclamaba San Juan XXIII.
    2. Este tiempo de Navidad es un tiempo muy propicio para ello, pues nos hemos deseado la paz estas navidades
    3. Pero… ¿qué es la paz?
      1. San Agustín la definía como la tranquilidad del orden.
      2. No hay tranquilidad sin orden
    4. Y la paz interior requiere el orden en tu espíritu.

 

  1. Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer.
    1. En el año 431, se llevó a cabo el Concilio de Éfeso, donde se proclamó oficialmente que María es Madre de Dios:
      1. «Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios» (Concilio de Éfeso).
    2. María es por tanto madre del Príncipe de la Paz, y por ello Reina de la Paz

 

  1. María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón
    1. Es sorprendente ver cómo María tuvo una vida con muchos sobresaltos y difícil y sin embargo nunca perdió la paz
    2. Desgraciadamente perseguimos una paz que podemos llamar negativa, es decir, una paz de ausencias:
      1. Que no haya ruidos, que no haya conflictos ni guerras.
      2. Estas cosas siempre existirán
    3. La Paz verdadera es la paz positiva, esto es, la Paz de posesión
      1. Si, poseer la paz, es decir: poseer a Dios
      2. Tal es el secreto de María: ella es poseedora de Dios.

CONCLUSIÓN
Solo si tenemos a Dios, si vivimos en gracia de Dios, poseeremos su paz. Ya lo dijo Él: “La paz os dejo, mi paz os doy, pero no como el mundo la da la doy yo”. El mundo solo puede ofrecernos una paz relativa, una paz de circunstancias. La paz que nos ofrece Cristo es él mismo. Y María es modelo ejemplar de esa paz que todos los seres humanos deseamos poseer.

P. Agustín de La Vega, LC